Un relé de estado sólido que utiliza técnicas de conmutación DC a DC emplea MOSFETs o IGBTs para la conmutación de cargas de corriente directa debido a su mayor eficiencia. Estos componentes tienen una resistencia muy baja (nivel de mΩ) para reducir el consumo de energía. Es adecuado para sistemas alimentados por baterías, vehículos eléctricos y almacenamiento de energía renovable, ya que proporciona velocidades de conmutación rápidas de menos de 1 microsegundo para el control de modulación por ancho de pulso en motores y atenuación de LEDs. Proporciona aislamiento galvánico hasta 5 kV, asegurando la seguridad en aplicaciones de alta tensión DC, como sistemas industriales de 48 V. Los relés de este tipo requieren protección contra sobrecalentamiento cuando se operan continuamente, lo cual ofrecen funciones de apagado térmico.