Utilizando tecnología fotoeléctrica, un sensor de código de color detecta marcas de color específicas o degradados en productos, paquetes o líneas de producción. Se logra una identificación precisa al comparar parámetros preestablecidos y fuentes de luz RGB o monocromáticas. Es ampliamente utilizado en la impresión, textiles y la industria farmacéutica para garantizar la colocación correcta de etiquetas, la segregación de calidad y la detección de defectos. Los niveles de sensibilidad ajustables permiten adaptarse a diferentes condiciones de iluminación y reflectividad de materiales.